Título original: Rosemary's Baby
Titulo: La semilla del diablo
Año: 1968
Duración: 136 min
País: Estados Unidos
Dirección: Roman Polanski
Guion: Roman Polanski. Novela: Ira Levin
Música: Christopher Komeda
Fotografía: William A. Fraker
Reparto: Mia Farrow, John Cassavetes, Ruth Gordon, Ralph Bellamy, Sidney Blackmer, Maurice Evans, Victoria Vetri, Patsy Kelly, Elisha Cook Jr., Charles Grodin, D'Urville Martin, Emmaline Henry, Hanna Landy, Phil Leeds, Hope Summers, Marianne Gordon, Wende Wagner
Género: Terror. Drama | Sobrenatural. Posesiones / Exorcismos. Drama psicológico. Película de culto. Brujería. Maternidad. Nochevieja / Año nuevo
Sinopsis: Los Woodhouse, un matrimonio neoyorquino, se mudan a un edificio situado frente a Central Park, sobre el cual, según un amigo, pesa una maldición. Una vez instalados, se hacen amigos de Minnie y Roman Castevet, unos vecinos que los colman de atenciones. Ante la perspectiva de un buen futuro, los Woodhouse deciden tener un hijo; pero, cuando Rosemary se queda embarazada, lo único que recuerda es haber hecho el amor con una extraña criatura que le ha dejado el cuerpo lleno de marcas. Con el paso del tiempo, Rosemary empieza a sospechar que su embarazo no es normal.
CRITICA
Polanski tiene un don para el cine, eso es un hecho que nadie puede negar. Como persona es un hijo de puta, un violador y un pederasta. Pero tiene un don para el cine.
"Rosemary's baby" (no pienso poner la denunciable traducción española) es una película única en todos los sentidos. Es un tipo de terror muy diferente al terror al que estamos acostumbrados en la actualidad, no hay sustos en esta película, no hay sobresaltos, no hay bichos digitales saltando y matando por ahí, en vez de eso hay miedo. Miedo de verdad. Desde los títulos de crédito ya te coge un mal presentimiento con esa canción entre melancólica y terrorífica y esas letras rosas. No tiene sentido intentar ocultar el argumento de la película (que es lo que se debería hacer) con ese título que los gilipollas (sin perdón) de los traductores le pusieron.
Hasta antes de ver esta película consideraba que "Insidious" (una película normalilla, aunque eficaz) era seguramente la película que más me había aterrado, eso lo seguía creyendo en medio de la película, hasta que he tenido que darle al botón de pausa para ir al baño y he abierto la puerta y me he tenido que enfrentar a mi casa deshabitada y oscura. En ese momento he sabido que estaría el resto del día arrepintiéndome de haberla visto. No solo me molesta el saber que hoy no podré dormir, sinó también no poder describir el terror que me ha implantado, nunca una película me había dado miedo a este nivel (y eso es un punto a favor de la película).
Respecto al aspecto técnico se puede decir mucho y poco, diciendo que se trata de una película de Polanski ya lo dices todo, aunque vamos a concretar un poco. Las actuaciones, empezando por la de Mia Farrow (que la tenía vista únicamente por películas de Allen, ya os podéis imaginar el cambio tan drástico que me ha dado su papel), sencillamente brutal, es la que consigue transmitirte ese mal cuerpo que se te queda, la que consigue que sufras con ella; siguiendo por Cassavetes, el soporte de Farrow en su salsa; el resto del reparto cumple con creces, no tengo la más mínima queja acerca de eso. Los planos es otro tema. Polanski y sus planos, esos planos claustrofóbicos, esos planos que hacen que claves la mirada en la pantalla, esos planos que te encierran en la película, esos planos que te acercan al más puro terror, que combinados con la BSO es para que te dé un infarto. Polanski dirige con una barita mágica, no sé como se lo monta, pero algo hace para que le salgan estas películas, pero ojalá hubiera más como él.
Por otra parte, odio a Polanski. Lo odio porque consigue joderme el resto del día con sus finales. Esos finales. Los finales más toca-cojones y deprimentes que se te puedan ocurrir, siempre con sus correspondientes cancioncillas que se te quedan en la cabeza y te recuerdan minuto sí, minuto también ese momento que quieres olvidar, eso que quieres no haber visto.
Sugerir sin mostrar... ahí reside la magia (oscura) de esta película. Es un verdadero mérito ser capaz de crear esa atmósfera desasosegante con sugerir cosas, ni siquiera es necesario decirlas, un aire malsano se respira en el ambiente, desde el principio sabes que algo no va bien, que hay algo que no está en su sitio, que no podrás disfrutar esta película como si fuera un helado en pleno verano, sino más bien tendrás que tragártela tapándote la nariz y con un sorbo de agua.
El hecho de que un año después la mujer de Polanski, Sharon Tate, fuera asesinada sádicamente por "la familia" Manson, no ayuda a una buena reputación para esta película. Si tengo algo claro acerca de esta película es que no pienso volver a verla.
Lo mejor: Mia Farrow.
Lo peor: La historia tras la película.
NOTA: 5/5