sábado, 25 de febrero de 2023

Reseña "Mi amigo Dahmer"

 

Titulo: Mi amigo Dahmer
Titulo original: My friend Dahmer
Autor: Derf Backderf
Editorial: Astiberri
Páginas: 224 páginas
Edición: Tapa blanda
Género: Cómic, Biografía 
Sinopsis: Jeffrey Dahmer apodado el El carnicero de Milwaukee, fue uno de los asesinos en serie más célebres de la historia de los Estados Unidos. El autor de esta novela gráfica, Derf Backderf, compartió con Dahmer sus años de instituto y refleja en esta obra precisa y documentada su progresivo descenso a los infiernos. Para Backderf, “Jeff” era una figura mucho más compleja de lo que reflejan los medios, alguien con quien compartió clases, pasillos y paseos en coche. Mi amigo Dahmer es la historia de la juventud de su protagonista, y de su incapacidad para empatizar con los demás, vista a través de los ojos de uno de sus compañeros de clase. Derf Backderf (periodista de formación) describe la personalidad desfasada de Dahmer, fascinada por los animales muertos y mortificada por su atracción por los hombres. Una obra fascinante y perturbadora a la vez.

Mi amigo Dahmer es un cómic creado, guionizado y dibujado por Derf Backderf y publicado originalmente en Estados Unidos en febrero de 2012, por la editorial Abrams ComicArts, en formato libro unitario de poco más de 200 páginas. El nombre de Jeffrey Dahmer, también conocido como «El carnicero de Milwaukee», ha quedado triste y cruelmente grabado en ese oscuro apartado de la historia reservado a los criminales más depravados y contundentes. Pero antes de convertirse en un monstruo, hubo toda una espiral de decadencia que evidenciaba el más que posible desenlace de la historia de lo que un día fue un chaval profundamente trastornado. Esa adolescencia antes del fin fue plasmada a modo de cómic por su compañero de clase Derf Backderf.


El reciente estreno, de la serie "Monstruo" creada por Ryan Murphy y retrasmitida a través, de la plataforma Netflix, ha devuelto a la vida la figura, de Jeffrey no tan conocida como puede ser Charles Manson o Ted Bundy, el estreno el pasado mes de septiembre v
olvía a poner sobre la palestra el nombre, la historia y los crímenes de uno de los más infames asesinos en serie americanos; Jeffrey Dahmer. 

Lo positivo de Mi amigo Dahmer, es que, a diferencia de la mayoría de productos derivados de estos serial killers, no se centra en sus crímenes, sino en todo lo que los antecedió, las circunstancias que propiciaron que Dahmer produjera tantísimo sufrimiento. 

Es una forma de contextualizar lo que rodeaba a esta persona que acabó transformándose en un monstruo (¿lo fue siempre?), de entender el problema y sufrir cierta impotencia al ser testigos, sumidos en la más absoluta incredulidad, de que las cosas podrían haber sido muy distintas y que nadie se fijó siquiera en los aberrantes y jodidos comportamientos de una persona enferma. Es verdad que todo lo que sabíamos de Dahmer se centraba más en su parte oscura, sus crímenes y lo que hacía con los cadáveres, pero aquí se presenta el retrato de una época muy concreta y podemos descubrir al chico que fue, callado, tímido, introvertido, sin amigos y sin habilidades sociales para hacerlos.

Desde un punto de vista cercano y entonando muchas veces el mea culpa, el autor reparte responsabilidades: profesores, padres, compañeros... y una pregunta sobrevuela toda la historia: si en lugar del trato indiferente que recibió, alguien hubiera hecho algo, alguien se hubiera preocupado de lo que le pasaba, del olor a alcohol que desprendía desde primera hora... ¿la historia habría terminado igual? Es verdad que sólo se repasa su época en el Revere High School pero son unos años que le marcaron y no de forma positiva, Dahmer -como todos- venía de una escuela elemental donde todos se conocían y aterrizaba en un lugar donde pasó a ser alguien invisible o visible sólo para ser molestado.

A lo largo de casi 230 páginas, Backderf nos revela sus recuerdos a través de unos dibujos en blanco y negro y que destacan por lo feos que son, las sombras son usadas para mostrar lo peor de cada rostro, la crueldad de una mirada, la indiferencia de un gesto, realmente es un estilo que va muy bien con la historia que nos cuenta y nos sorprende la falta de expresión en la cara de Jeffrey, haga lo que haga siempre conserva la misma mirada, el mismo gesto... sólo cambia cuando finge ser otra persona.




Es cierto que si conocemos poco del desenlace final, e incluso conociéndolo en realidad, caemos en sentir pena por ese chico marginado a quién los demás utilizan para gastar bromas y que bebe para ahogar sus voces interiores, quiere ser aceptado por los demás y sólo encuentra desprecios en el instituto e indiferencia en casa, teniendo que huir muchas veces de su hogar por las peleas constantes de sus padres y siendo abandonado por los dos, por su padre al irse éste de casa y por su madre cuando le deja llevándose a su hermano pequeño, sin importarle demasiado su destino. La obra dice mucho de Jeffrey pero también nos habla y mucho de su autor. El título es algo engañoso ya que por lo que vamos viendo Derf y Jeff no fueron en realidad amigos, fueron compañeros e incluso ese término podríamos cogerlo con pinzas. Derf disfrutaba junto con sus colegas de las rarezas de Dahmer, se aprovechaba de ellas sin hacer nunca nada para entenderlo ni para ayudarle a integrarse y finalmente, cuando les dejó de interesar le abandonaron otra vez, y éste sentimiento de culpa se nota en muchas partes de la novela gráfica, creo que se debe a saber que le utilizaron y luego dejaron tirado, de ahí esa necesidad de contar la historia, de presentarnos al chico tímido que fue antes de convertirse en el asesino famoso. Eso sí, ya se ocupa de decirnos que no quiere ni disculpar ni justificar sus actos y no quiere que lo hagamos los lectores, pero ya es tarde, ya nos ha quedado la idea de que o bien nadie se enteró de nada o más bien de que nadie quiso enterarse de nada.

La obra dice mucho de Jeffrey pero también nos habla y mucho de su autor. El título es algo engañoso ya que por lo que vamos viendo Derf y Jeff no fueron en realidad amigos, fueron compañeros e incluso ese término podríamos cogerlo con pinzas. Derf disfrutaba junto con sus colegas de las rarezas de Dahmer, se aprovechaba de ellas sin hacer nunca nada para entenderlo ni para ayudarle a integrarse y finalmente, cuando les dejó de interesar le abandonaron otra vez, y éste sentimiento de culpa se nota en muchas partes de la novela gráfica, creo que se debe a saber que le utilizaron y luego dejaron tirado, de ahí esa necesidad de contar la historia, de presentarnos al chico tímido que fue antes de convertirse en el asesino famoso. Eso sí, ya se ocupa de decirnos que no quiere ni disculpar ni justificar sus actos y no quiere que lo hagamos los lectores, pero ya es tarde, ya nos ha quedado la idea de que o bien nadie se enteró de nada o más bien de que nadie quiso enterarse de nada.


NOTA: 4/5