CRITICA
El film que nos ocupa bebe directamente del film protagonizado por Kristen Dunst, pues apuesta por un relato mucho más sosegado en cuanto a efectos y pirotecnia, pero intenso en cuanto a su carga psíquica. Ambas cintas nos muestra a un grupo reducido de personas que deben hacer frente a las últimas horas de su existencia ante una inminente catástrofe natural, donde saldrán a relucir miserias y reflexiones existenciales. Otra influencia directa es "La invitación" de Karyn Kusama, que aún alejándose de tono y mensaje, si mantiene la misma forma al utilizar esa atmósfera enrarecida y opresiva que va asfixiando a los personajes a medida que avanza el metraje.
El principal problema de la película de Griffin es su indecisión genérica, es decir, el director oscila por varios tonos sin decantarse por ninguno de ellos, haciendo de su narración un vaivén emocional que no llega ser congruente con sus pretensiones. Durante la presentación de los personaje, se adopta aires de comedia negra, con los actores potenciando su vis cómica en los diálogos para pasar, una vez desenmascarada su trama, al drama más desaforado y existencialista, algo que subraya su estridente y pastelosa banda sonora. Es precisamente esta dualidad la que descoloca al espectador que no sabe si se trata de una broma con matices de seriedad o un chiste sin gracia que se toma demasiado en serio a sí mismo. Por suerte, tenemos a un gran elenco de actores que afrontan con dignidad unas interpretaciones que en otras manos estarían llenas de estridencias y sobreactuación, manteniendo un duro pulso con esos diálogos oportunistas y grandilocuentes que no llevan a ninguna parte. No le hubiera sentado nada mal dejar atrás su lado más lacrimógeno y potenciar esa cara más gamberra y desfasada que pedía a gritos su trama. Además, para los más escépticos con la situación actual, el subtexto del film incluye una crítica tan obvia como sangrante a la gestión gubernamental de cierta pandemia que asola nuestros días. En otras palabras, aquellos que comulguen con las ideas más negacionistas aquí encontrarán alicientes suficientes como para reforzar sus teorías.
Lo peor: Sus idas y venidas temáticas. ¿Es un dramón? ¿Una comedia ácida sobre las relaciones familiares? ¿Una crítica social? ¿Todo a la vez?
NOTA: 3/5