miércoles, 11 de mayo de 2022

Ozark

 


Título original: Ozark
Titulo: Ozark
Año: 2017/2022
Duración: 60 min
País:  Estados Unidos
Dirección: Bill Dubuque (Creador), Mark Williams (Creador), Jason Bateman, Andrew Bernstein, Ellen Kuras, Daniel Sackheim, Alik Sakharov, Benjamin Semanoff, Phil Abraham, Amanda Marsalis, Cherien Dabis, Melissa Hickey, Robin Wright, Laura Linney
Guión: Bill Dubuque, Mark Williams, Paul Kolsby, Chris Mundy
Música: Danny Bensi, Saunder Jurriaans
Fotografía: Ben Kutchins, Pepe Avila del Pino, Armando Salas, Michael Grady, Manuel Billeter, Eric Koretz, Shawn Kim, Attila Szalay
Reparto: Jason Bateman, Laura Linney, Julia Garner, Sofia Hublitz, Skylar Gaertner, Peter Mullan, Janet McTeer, Jason Butler Harner, Anthony Collins, Esai Morales, Harris Yulin, Felix Solis, Carson Holmes, Marc Menchaca, McKinley Belcher III, Kevin L. Johnson, Michael Tourek, Dirk Allison, Joseph Melendez, Robert C. Treveiler, Evan George Vourazeris, Lisa Emery, Bruce Davison, Jordana Spiro, Charlie Tahan, Trevor Long, Michael Mosley, Darren Goldstein, Christopher Baker, Bethany Anne Lind, Nelson Bonilla, Sandy Givelber, Lindsay Ayliffe, Damian Young, Adam Boyer, Melissa Saint-Amand, John Bedford Lloyd, Jessica Frances Dukes, Tom Pelphrey, Joe Sikora, Alfonso Herrera, Christopher Cocke, Veronica Falcón, Ali Stroker, Bruno Bichir, Bruce Altman, Sarah McLachlan, Ben Rappaport, Tess Malis Kincaid, Adam Rothenberg, Katrina Lenk
Productora: Netflix, Zero Gravity Management, Media Rights Capital (MRC), Aggregate Films. Distribuidora: Netflix
Género: Serie de TV. Thriller. Drama | Crimen. Drogas. Familia
Sinopsis: Marty Byrde (Jason Bateman) es un asesor financiero de Chicago con una vida aparentemente normal en el trabajo y en su familia. Casado con Wendy (Laura Linney) y con dos hijos, Charlotte (Sofia Hublitz) y Jonah (Skylar Gaertner), todos llevan una rutina apacible y ordinaria. Pero bajo esa apariencia la vida de Marty esconde un gran secreto: es el encargado de blanquear el dinero de uno de los cárteles de droga más importantes de México. Todo parece ir bien hasta que sucede un inesperado incidente y Marty decide llevarse a su familia desde Chicago al lago de los Ozarks, en Missouri.
 

CRITICA


"Ozark", se estreno alla por 2017, pasando sin pena ni gloria por la plataforma, además de no llamar la atención entre el público, hasta hace poco porque sin duda alguna, esta serie se ha convertido en una auténtica joya con el paso del tiempo, quizás situándola en el top de las mejores series de todos los tiempos. 
La serie creada por Bill Dubuque, nos lleva a Chicago, donde la vida de una familia norma y corriente, cambiará de una día para otro, cuando el cabeza de familia Marty Byrde (Jason Bateman), se vea involucrado en un asunto de drogas, blanqueo de dinero, despilafarro y mafias mexicanas, lo que les hará huir y instalarse en los Ozarks, un lugar de recreo, donde la familia tendrá que empezar una nueva vida, eso si con todo el cuidado del mundo, ya que sus vidas, corren mucho, mucho peligro. Protagonizada por Jason Bateman y Laura Linney, encabezando el reparto, no demasiado conocido, son dos de los actores que más destacan, en esta serie.

Ozark,es la banalidad del mal en todo su esplendor, tesis ésta que se la debemos a Hannah Arendt (1906-1975), brillante pensadora alemana. OZARK es una referencia a la sordidez entre humanos alrededor del dinero y unas ansias de lucro desmedidas, incontrolables. El Dinero como elemento supremo de una voluntad de vivir trágica y transgresora chapuceando desde el barro maloliente. Cuando vemos el esplendor reluciente de ciudades como Dubai en las cercanías del Golfo Pérsico con su Burj Khalifa, el rascacielos más alto del mundo (828 metros) erigido en pleno desierto, uno llega a pensar que se trata de un emprendimiento legítimo, de unas tribus árabes que se modernizaron en los negocios aprovechando la lotería del petróleo en el subsuelo. No obstante, básicamente, todas las fortunas tienen un origen penoso, fraudulento. Detrás de las fachadas luminosas se esconde el narcotráfico, el lavado de dinero y la venta de armas junto a otros negocios turbios que las leyes sociales condenan y castigan pero que forman parte del llamado “sistema”.Así lo vemos aqui ,en, otra buena serie bajo los auspicios de Netflix, la conjunción de un FBI que incurre en actividades corruptas para atrapar a las bandas corruptas. A una familia clase media estadounidense convencional que asume una normalidad falsa porque sus progenitores decidieron tratar con delincuentes pretendiendo con ello obtener recompensas desde la ilusión de que podrían zafarse sin apenas daños. A los narcos mejicanos y su tendencia a una crueldad sin límites con tal de prevalecer desde la fuerza del miedo dirigido a sus rivales. Una familia disfuncional sureña, poblada de criminales de poco pelo aunque con “sentimientos” acerca de un renacimiento social indisimulado desde el más grande rencor. Y finalmente, una pareja de sociópatas, campesinos rurales, cultivadores inocentes de “amapolas”, con “principios” como el respeto, lectores de la Biblia y otras tonterías caballerescas que no tienen reparo en matar a los rivales sin pestañar.

En Ozark la misericordia está ausente por completo, sólo existe la traición o la gratitud. El punto medio es un espejismo filosófico. En cristiano significa que en los negocios no hay amistades ni nexos consanguíneos que valgan. Shakespeare, una vez más, en todo su esplendor, sólo que sin reyes asesinados ni mujeres fatales como Lady Macbeth. La traición como resultado de la ambición sin límites y la gratitud la contraprestación de los favores recibidos. Para ganar hay que golpear y los comportamientos decentes son la apariencia de una hipocresía social institucionalizada. Y con todo, estos malhechores, invocan los más elevados principios como respeto, familia, leyes, lealtad, honor y Dios como códigos de conducta de una tradición para justificar el autoengaño y la tropelía de pecados.




Muchas subtramas, bien llevadas, y sostenidas por la pareja actoral Bateman-Linney. Una vez más, nos encontramos con la premisa de que sólo dos buenos actores pueden arrastrar la carroza hacia el éxito. Los otros elementos secundarios de la serie, tampoco es que desentonan, sobretodo, hay un cuidado especial en aspectos claves como la producción alrededor de recursos grandilocuentes como la magnificencia de los escenarios naturales teniendo al río Misuri (el más grande de norte américa) y toda su majestuosidad como la joya de la corona. Pero son las dos historias en una de éste matrimonio “normal” lo que permite que se vaya tejiendo desde una violencia serena y unas culpas sin tormento. En esta serie, hay recurrencias inevitables al clásico de los clásicos en éste tipo de tema: “El Padrino” de Francis Ford Coppola (1972) y acerca de la serie de las series: “Breaking Bad” (2008). Sólo que la originalidad de reside en la inmersión de la psicología de sus dos principales protagonistas, ambos analfabetos emocionales, incapaces de aceptar y reconocer abiertamente que son unos malvados sin redención. Es como dijo el criminal nazi Adolf Eichmann (1906-1962): “no se me puede acusar de cometer crímenes porque sólo cumplía órdenes”. ¿Problemas de conciencia? Cero, menos cero. Y de ésta misma forma, Marty y Wendy, sobrellevan sus tratos con criminales y políticos, que al parecer, y de acuerdo a los creadores de Ozark, conforman una misma especie de malandraje.

Marty Byrde (Bateman), es una personalidad opacada, un adicto al trabajo contable sin incentivos vitales hasta que los narcos mejicanos para los que trabaja le espabilan y le colocan en una encrucijada definitiva. Su “pasión” no nos conmueve porque es una víctima graciosa, es decir, acepta sin rebelarse un destino que sabe que le va a perder irremediablemente junto a los suyos. Marty Byrde, termina siendo irreal, porque su capacidad para evadir peligros no es común a menos que pensemos que su comportamiento anodino es un mecanismo de sobrevivencia único en una jungla de animales de presa voraces. Quizás, esa pasividad ontológica, esa voluntad del desgano y opacidad pública, sea la clave de su éxito como mediador entre rivales irreconciliables. Uno supone que en algún momento Marty Byrde va a explotar y reparar tantas humillaciones por las cuales transcurre su vida infeliz. Pero que va: su rutina preferida es agachar la cabeza y resolver como mediador desde unas lealtades siempre ambiguas. Ya veremos que nos deparará la continuación de ésta saga criminal en su tercera temporada, porque lo que está claro, de acuerdo a la forma abrupta en que terminó la segunda temporada, es que tendrá su continuación. Una auténtica maravilla, que no os podéis perder.


Lo mejor: Una impresionante Julia Garner.
Lo peor:   Sus capítulos, se hacen demasiado largos.


NOTA: 5/5