Título original: The Power of the Dog
Titulo: El poder del perro
Año: 2021
Duración: 128 minutos
Dirección: Jane Campion
Guion: Jane Campion. Novela: Thomas Savage
Música: Jonny Greenwood
Fotografía: Ari Wegner
Reparto: Benedict Cumberbatch, Jesse Plemons, Kirsten Dunst, Kodi Smit-McPhee, Thomasin McKenzie, Frances Conroy, Keith Carradine, Geneviève Lemon, Peter Carroll, Adam Beach, Karl Willetts, Yvette Parsons, Tatum Warren-Ngata, Maeson Stone Skuggedal, Ramontay McConnell, Daniel Cleary, Ella Hope-Higginson, Ken Radley, Sean Keenan, George Mason, David Dennis, Cohen Holloway, Eddie Campbell, Alice Englert, Bryony Skillington, Jacque Drew, Richard Falkner, Alice May Connolly, Stephen Lovatt, Stephen Bain, Edith Poor, Vadim Ledogorov, Julie Forsyth, Alison Bruce, David T. Lim, Ian Harcourt
Productora: Coproducción Australia-Reino Unido-Nueva Zelanda; See-Saw Films, Max Films Productions, BBC Films, Brightstar Films, Max Films International, Cross City Films. Distribuidora: Netflix
Género: Western. Drama | Drama psicológico. Años 20
Sinopsis: Montana, 1925. Los acaudalados hermanos Phil (Cumberbatch) y George Burbank (Plemons) son las dos caras de la misma moneda. Phil es impetuoso y cruel, mientras George es impasible y amable. Juntos son copropietarios de un enorme rancho donde tienen ganado. Cuando George se casa con una viuda del pueblo, Rose (Dunst), Phil comienza a despreciar a su nueva cuñada, que se instala en el rancho junto a su hijo, el sensible Peter (Smit-McPhee).
CRITICA
El poder del perro, vista en el Festival de San Sebastián, es una de esas películas que se disfrutan mucho más viéndolas en pantalla grande, que aporta grandeza a la ya inmensidad de los planos, acompañada por una luz y fotografía admirable.
Una maravilla de paisajes en el que los personajes, fuertes en sí mismos, llegan a minimizarse en relación con la vastedad y majestuosidad de los planos abiertos.La historia tiene un ritmo pausado, pero cargado de tensión. Las miradas de los personajes e incluso sus gestos corporales transmiten una presión en la que no es necesario más diálogos que los ajustados con gran acierto. La puesta en escena y la ambientación están muy cuidadas, a todos los niveles, como ver esos objetos seleccionados con detalle, tejidos y pieles que se perciben como muy reales en el momento e incluso la reconstrucción de la vida social de la época, con unos personajes como prisioneros de sí mismos, como obligados a representar el papel que “tienen encomendado” en su sociedad.
Toca muchos temas con sutileza pero con un resultado contundente, la relación entre hermanos muy diferentes, el sentimiento de traición de un hermano hacia el otro cuando éste “le abandona” por casarse con una mujer, la desatención de la pareja con el paso del tiempo en el matrimonio, la competición y rivalidad de un vaquero que, por la vía de la conquista del hijo, quiere atormentar y dominar a su madre como castigo por haberle robado a su hermano, el corsé de la dureza masculina, las pulsiones homosexuales, esto último con una visión que se aleja de los estereotipos que se han visto anteriormente.Curioso que, al igual que en El Piano, de la misma directora, en esta película también haya un piano, que, con la intención de que sea una vía de escape para uno de los personajes, acaba siendo una opresión más.Muy interesante en su historia y resolución, además de espectacular de ver.
Lo mejor: La elegancia de la puesta en escena, su tono elegiaco y el poderosísimo reparto (especialmente Benedict Cumberbatch).
Lo peor: No se entiende muy bien cómo han de casar las diferentes piezas que componen su puzzle argumental, y el ritmo es a ratos demasiado contemplativo.
Lo peor: No se entiende muy bien cómo han de casar las diferentes piezas que componen su puzzle argumental, y el ritmo es a ratos demasiado contemplativo.
NOTA: 5/5