lunes, 28 de octubre de 2024

La sustancia

 



Título original: The Substance
Titulo: La sustancia
Año: 2024
Duración: 140 minutos
País: Reino Unido
Dirección: Coralie Fargeat
Guion: Coralie Fargeat
Reparto: Demi Moore, Margaret Qualley, Dennis Quaid, Gore Abrams ...
Género: Ciencia ficción. Terror | Body Horror. Thriller psicológico. Vejez / Madurez. Comedia negra. Sátira
Sinopsis: Tú, pero mejor en todos los sentidos'. Esa es la promesa, un producto revolucionario basado en la división celular, que crea un alter ego más joven, más bello, más perfecto.


CRITICA

2024. Un año en el que el culto al cuerpo está más de moda que nunca, todo el mundo parece tener un interés creciente por los alimentos bajos en calorías, los filtros de Instagram corrigen nuestras imperfecciones hasta hacernos parecer otras personas y cada semana se abre un nuevo gimnasio. Un año en el que es prácticamente imposible no caer en la comparación de nuestros físicos con los de otras personas, y en el que la industria audiovisual filtra a las personas -y más concretamente, a las mujeres- en función de su físico y su edad-, siendo cada vez más difícil no perder la cabeza obsesionándonos con nuestras propias imperfecciones.





En este marco, se nos presenta a Elizabeth Sparkle, una mujer que en su juventud gozó de unos atributos físicos que le hicieron alcanzar el estrellato, pero que observa cómo se le van cerrando las puertas a medida que su cuerpo se va marchitando debido al inevitable paso de los años. Y es precisamente en ese momento en el que recibe una propuesta al más puro estilo de “La Cenicienta” - si esta película hubiera estado dirigida por Cronenberg en su versión más sádica y gore -: podrá disfrutar cada 7 días de un cuerpo joven y hermoso que le abrirá todas las puertas que desee, con la condición de tener que volver a su cuerpo pasado este tiempo. Aquí es donde la trama comienza a complicarse al empezar a surgir el odio entre estos dos “yo”.

Incómoda hasta la médula, voy a comenzar diciendo que ésta no es una película para todo el mundo, y no solo por sus imágenes grotescas, si no porque el tipo de espectador al que va dirigido es uno acostumbrado a las películas de autor poco conocidas, y a regentar salas de cine no convencionales. No es una película hecha para las masas, sino para personas que buscan visualizar algo distinto a lo que el cine de terror nos tiene acostumbrados, por lo que aún me parece más especial y singular que una película de estas características se haya colado en salas de cine abarrotadas de espectadores de todo tipo. Pero supongo que esto es lo que ocurre cuando el trabajo está tan bien hecho como esta cinta.

Para empezar, considero un acierto total haber elegido a una actriz como Demi Moore para un papel como éste. Una actriz que, (además de regalarnos un papel increíble), haciendo un paralelismo con la película, también disfrutó de su época dorada allá por los años 90, en la que protagonizaba todos los grandes filmes del momento; y que posteriormente acabó relegada a papeles más secundarios en películas que no disfrutaron de la mitad de reconocimiento que habían tenido las primeras. Una mujer, que como Elizabeth Sparkle, gozó de toda la atención mediática durante varios años para acabar en un segundo plano dentro de la industria.

Me gustaría hacer hincapié en una de las ideas que intenta transmitirnos la película. Y es que, pese a que las mujeres que aparecen en la cinta, siempre están sometidas a prejuicios físicos -vaya napia que tiene esta tía, a partir de los 50 una mujer ya no tiene nada que hacer…-, los hombres, que son los mismos que pronuncian estas palabras, están cargados de imperfecciones, y sin embargo a ellos se les juzga por sus capacidades, y su estatus permanece invariable pese a su edad, o su belleza. Un hecho muy presente en la industria audiovisual actual, en el que los hombres se jubilan en sus posiciones como presentadores de informativos o programas de televisión, y en el que las mujeres van rotando conforme dejan de atraer físicamente a la audiencia.

Las actuaciones que nos ofrece este film, me parecen increíbles, a destacar las de los 3 personajes principales - Demi Moore, que consigue transmitir la desesperación de una persona que ve como su vida comienza a caer en picado, Margaret Qualley, que consigue hacernos sentir la fuerza y ganas de alguien que sabe que va a comerse el mundo, y Dennis Quaid, que consigue hacer de su personaje un ser repugnante, a petición del guión-.

Aunque si hay algo destacable de la película son los planos. Unos planos magistrales que parece increíble que los haya hecho una directora prácticamente novel, con solo esta, y otra película a sus espaldas (la muy recomendable, por cierto, Revenge),y que consiguen introducir al espectador en una estética cyberpunk de lo más incómoda y perturbadora, que incluso utilizando tonos blancos, y colores eléctricos durante los tres primeros cuartos de la película consiguen transmitirte el ambiente oscuro y sombrío en el que se mueven los personajes. Y es que hasta en los momentos en los que todo se convierte en una explosión de luz y color, tendremos la sensación de estar ante un acontecimiento de lo más incómodo. No obstante, pese a su corta trayectoria, es innegable que estamos ante una directora que ha conseguido imponer su propio estilo y venerar a directores magistrales como Cronemberg -padre e hijo-, Kubrick, y Aronosfky, y es que encontraremos referencias a todos ellos a lo largo de la película, por no decir que existen varias similitudes entre la Sara Goldfarb de Requiem For a Dream y la Elizabeth Sparkle de la película -obsesión por el físico y por la aparición en televisión, atracones constantes de comida para paliar la ansiedad…- El sonido también es magistral -a resaltar los efectos sonoros que se utilizan cuando alguien come o está al teléfono, que tendrán un papel fundamental resaltando las facetas más repulsivas del ser humano-, y la música electrónica, que nos ayudará a adentrarnos en el ambiente quasi-futurista que rodea toda la película.

Pese a todas sus virtudes, no esperéis ver una película perfecta, ya que algunos hechos ocurren por pura conveniencia del guión, y la misma película nos requerirá que no les demos muchas vueltas, ya que lo importante aquí es el mensaje; la crítica a una sociedad obsesionada por la imagen que es capaz de destruir a las personas, contada de la forma visceral posible para que entre hasta lo más profundo de nuestros cuerpos sin ningún tipo de anestesia, dejándonos de todo menos indiferentes


Lo mejor:  Moore y Qualley.
Lo peor:    Nada.


NOTA: 5/5