miércoles, 3 de abril de 2024

Los niños de Winton

 




Título original: One Life
Titulo: Los niños de Winton
Año: 2023
Duración: 110 minutos
País: Reino Unido
Dirección: James Hawes
Guion: Lucinda Coxon, Nick Drake. Biografía sobre: Nicholas Winton. Libro: Barbara Winton
Música: Volker Bertelmann
Fotografía: Zac Nicholson
Reparto: Anthony Hopkins, Helena Bohman Carter, Romola Garai, Lena Olin, Johnny Flynn
Género: Drama | Basado en hechos reales. Biográfico. Nazismo. Años 40
Sinopsis: Un joven corredor de bolsa británico, Nicholas "Nicky" Winton (Anthony Hopkins), ayudó a rescatar a cientos de niños de los nazis en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, con la ayuda de su madre (Helena Bonham Carter). Un acto de compasión casi olvidado durante 50 años, y del que Nicky vive atormentado por los fantasmas de los niños a los que no pudo rescatar, culpándose por no haber hecho más.

CRITICA

A veces el cine se convierte en la celebración de la vida de personas hicieron un gran bien en momentos desesperados: eso es Los niños de Winton, básicamente. Y comparte muchas cosas con una de las mejores películas de la Historia del Cine como es la magnífica La lista de Schindler, aunque no alcance a tener ni una calidad cinematográfica tan firme ni un discurso tan potente.

La primera es que, en ambos casos, estamos ante una adaptación literaria. Los niños de Winton bebe del thriller inspirado en hechos reales del mismo título escrito por Fabiano Massimi autor, asimismo, de El ángel de Múnich. Además, como es obvio, comparte con aquella la temática, aunque centrada en un colectivo muy concreto como fueron los niños checos de cuya supervivencia dependía la evacuación antes de que las tropas nazis tomaran Praga.



A partir de este punto aparecen divergencias de calado: Spielberg nos mostró a un tipo situado en una dudosa frontera moral que comenzaba su labor por mero interés personal, mientras que aquí conocemos a un hombre íntegro y entregado de pies a cabeza en todo momento. No hay fisuras, solo un gratificante reconocimiento tardío a la gesta que lideró junto a otras personas comprometidas. Los niños de Winton nos presenta a un maduro Nicholas que, por diversas razones, empieza a recoger su despacho y a poner en valor la valiente decisión que tomó, junto a un grupo de personas, de tratar de salvar in extremis a los niños más vulnerables que se hallaban refugiados en campamentos provisionales en el preludio de la Segunda Guerra Mundial. A medida que los planes expansionistas del III Reich se recrudecen, la necesidad de encontrar hogares de acogida y de solicitar visados para los más pequeños se vuelve urgente.

Sin embargo, Nicky no es más que un corredor de bolsa que tiene que responder ante sus jefes y solo con la ayuda inestimable de su madre y sus colegas conseguirá ir llenando trenes de niños a la espera de un futuro mejor. A través de flashbacks iremos recordando cómo consiguieron abrir una red de colaboradores para salvar vidas. No es lo normal que una persona que se autodefine como agnóstica y que no tiene una implicación personal directa, decida poner toda la carne en el asador para ayudar a otros de forma desinteresada. Así que el homenaje a Nicholas Winton en la película, titulada en versión original One Life, está más que justificado. Los números resultan aterradores y se ponen sobre la mesa tal cual en las conversaciones que se producen entre los personajes, resultando por momentos demasiado explicativa. Es una película que quiere emocionar y que, en ocasiones, fuerza este objetivo con una música muy melodramática.

Quien en verdad apela de una forma directa a las emociones del espectador, sin subterfugios ni adornos, es un sensacional Anthony Hopkins que nos regala una de sus interpretaciones más conmovedoras de su carrera, sin miedo a romperse ante la cámara a lágrima viva, algo bastante inusual y muy arriesgado. La música, con violines subrayando lo evidente, a menudo sobra.

Su alter ego joven queda en manos de un también excepcional Johnny Flynn (El sastre de la mafia), que se ha dejado la piel en la película. Donde la película encuentra su punto más débil es en la factura técnica: no hay una apuesta estética que se desmarque de los estándares y eleve la propuesta sobre la media. Toda la puesta en escena es demasiado limpia y clásica sin que haya mucho margen para el realismo que la historia demanda a gritos. Con el enfoque apropiado sería una cinta excepcional. A pesar de esta circunstancia, Los niños de Winton es una película muy recomendable para aquellos que necesiten recuperar la fe en la humanidad y en la capacidad de marcar la diferencia de individuos concretos. No deja de ser una cinta inspiradora de la que podemos seguir aprendiendo a día de hoy cuando tenemos encima una crisis humanitaria brutal y movimientos migratorios masivos.

Lo mejor: Anthony Hopkins.
Lo peor:   La constante voluntad, de sacar una lagrima al espectador.


NOTA: 4/5