Título original: The Vampire Diaries
Titulo: Crónicas Vampíricas
Año: 2009/2017
Duración: 40 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Kevin Williamson (Creador), Julie Plec (Creadora), Chris Grismer, Joshua Butler, Michael A. Allowitz, Marcos Siega, Pascal Verschooris, Kellie Cyrus, J. Miller Tobin, John Behring, Jeffrey G. Hunt, Rob Hardy, Lance Anderson, Leslie Libman, Paul Wesley, John Dahl, Wendey Stanzler, Jesse Warn, Darren Genet, David Von Ancken, Liz Friedlander, Garreth Stover, Julie Plec, Geoff Shotz, Ian Somerhalder, Kevin Bray, Tony Solomons, Mike Karasick, Rick Bota, Ernest R. Dickerson, Guy Ferland, David Barrett, Charles Beeson, Ralph Hemecker, Patrick R. Norris, Elizabeth Allen Rosenbaum, Dennis Smith, Jeff Woolnough, David Jackson, Michael Katleman, Paul M. Sommers, Darnell Martin, Brad Turner, Deborah Chow, Rashaad Ernesto Green, Tanya Hamilton, James L. Thompson III, Carol Banker
Guion: Julie Plec, Kevin Williamson, L.J. Smith, Brian Young, Andrew Chambliss, Caroline Dries, Michael Narducci, Rebecca Sonnenshine, Melinda Hsu Taylor, Mike Daniels, Bryan Oh, Barbie Kligman, Elisabeth Finch, Holly Brix, Sean Reycraft, Turi Meyer, Neil Reynolds
Música: Michael Suby
Fotografía: Paul M. Sommers, Darren Genet, Ramsey Nickell, Dave Perkal, Mike Karasick
Reparto: Iam Somerlhader, Paul Wesley, Nina Dobrev, Candice Accola, Kat Graham
Género: Serie de TV. Drama. Terror | Vampiros. Adolescencia
Sinopsis: Siguiendo la estela de “Crepúsculo” y "True Blood", narra la historia de una adolescente que se enamora de dos hermanos vampiros (uno bueno y otro malo), que se disputan el alma de la chica y la de sus amigos y familiares.
CRITICA
Acertada la definición de Diarios de Vampiros o Cronicas Vampiricas, "ni tan blanca y cursi como Crepúsculo, ni tan oscura y cruda como True Blood." Sin embargo hablar de Diarios de Vampiros es realmente hablar de Ian Somerhalder y de su personaje: Damon Salvatore. Un actor y un personaje que causa estragos desde el momento en que se presenta en casa de su hermano. Un maldito chupa sangre desalmado, egocéntrico, impulsivo, egoísta y resentido que únicamente ve por sí mismo, sin importar a quien lastime; y al mismo tiempo, atrevido, divertido, carismático, magnético, irresistible, seductor y jodidamente sexy. Lo amas como lo odias. Mucho de lo bueno de la serie, mucho de su fuerza es gracias a él, se lleva el crédito por los mejores diálogos y de muchas de las mejores escenas de la serie. Sin él la serie prácticamente seria aburrida.
Comencé a ver esta serie accidentalmente en una noche de aburrimiento, sin tener contexto de ella, y admito que sin entusiasmo, por lo que los primeros capítulos me parecieron irrelevantes, era ver a Bella y Edward en Crepúsculo pero con otros actores; el mismo inicio de una típica historia romántica para jóvenes chicas de diecisiete años, pero con "vampiros." No obstante, esa línea no cambió, de eso se trata Diarios de Vampiros, amor vampiro. Sin embargo, lo que la diferencia de las otras dos (Crepúsculo y True Blood) —además del tono—, es la dosis; la forma en la que introducen al espectador al mundo sobrenatural. Es gradual e inyectada de forma inesperada ya que nunca adivinas hacia donde va. Al principio la simplicidad de su trama es puro engaño ¿intencional? Tal vez si; porque conforme la historia toma forma y profundidad, los giros deliberados no se hacen esperar, los personajes principales se vuelven interesantes y la historia comienza a gustarte —cosa que se ve a partir de que Katherine Pierce entra en escena y cuando nos presentan a los originales—. Un ejemplo de ello, es el modo en que los personajes aparentan ser lo que no son, y como los detalles de sus orígenes tienen mucho que ver con los sucesos del presente. Pero verdaderamente lo que más gusta de la historia es su carta principal: el triangulo amoroso entre Stefan, Elena y Damon. Esa parte de la serie es la crea cierta adicción. ¿Eres del equipo Stefan o del equipo Damon? (sin titubear yo me uno al segundo).
En cuanto a la serie, Cronicas Vampiricas no es redonda, le hace falta, es más, hubiera deseado que se deshiciera de cosas que considero relleno. 1: La parte de la escuela. Razón: Si lo van incluir, háganlo bien, no a medias. 2: El típico entorno adolescente. Estoy consciente que Elena Gilbert es una adolescente, y que por ende debe ser y actuar como una, sin embargo, dado que desciende de un linaje místico, su novio es vampiro, su mejor amiga es bruja y que vive en un pueblo lleno de cosas sobrenaturales; a los escritores no les debería importar que ella esté preocupada por lo que llevará a una fiesta o estar pensando en hacer pijamadas con sus amigas. Son ñoñerías. El personaje de Elena es madura pero a la vez no. Es confuso. 3: Una incredulidad importante, es la rapidez en que los personajes asimilan todo lo relacionado con el mundo sobrenatural, no hay un lapso de tiempo en el que procesen la información. ¿Es que nadie de los personajes sufre nunca un estado de negación? 4: El estereotipo de que solo hay gente linda en la serie. No obstante, aún con todo eso Diarios de Vampiros es sin duda superior a la saga Crepúsculo, incluso desde el punto de vista interpretativo. Nina Dobrev lo hace mejor que Kristen Stewart, su Elena no es la típica damisela en peligro, ni la estudiante ingenua; es decidida, independiente y fuerte; desempeña bien su doble papel, sabiendo diferenciar a Elena de Katherine, pero Dobrev carece del carisma que debería tener su personaje, por ser la protagonista de la historia y también la manzana de discordia entre los hermanos Salvatore; cuando intenta ser espontanea, su interpretación se ve forzada, cuando tiene que mostrar distintas emociones (como alegría o tristeza), a veces no hay una pisca de credibilidad en ella. Por otro lado Paul Wesley interpreta correcto su rol de "vampiro-bueno-serio-depresivo-reformado" pero mis reproches hacia él se enfocan en como está escrito su personaje; y los secundarios no están nada mal. Alaric y Caroline, son los personajes que personalmente más me han gustado, por la evolución que tienen sus personajes durante las temporadas; y también la introducción de los personajes de Elijah y Klaus, como empuje hacia una trama más oscura y compleja; y pienso que también crea una competencia de interpretaciones. No obstante, aquí quien lleva la batuta es Somerhalder y el efecto hipnótico que provoca su personaje, desde esa mirada penetrante con esos increíbles ojos, gestos que revelan tan bien sus volátiles estados de animo, una personalidad provista tanto de soledad y desapego como de un anhelo inconsciente de querer sentir de nuevo su humanidad, hasta acciones llenas de matices cuestionables, muchas de ellas, en el nombre de un amor no correspondido (al principio). El Damon de Ian es mucho mejor que el Eric Northman de Alexander Skarsgård en True Blood —y eso es decir mucho— ya que a veces no sé diferenciar si es su interpretación, su atractivo, su picardía o el estatus de chico malo, lo que hace que se destaque. Y tampoco se ver la línea que separa al personaje del actor. Ian y Damon, ambos son tan similares que no sé quien es quien… y eso me encanta.
La serie está basada en una serie de libros los cuales no he llegado a leer y está maravillosamente conseguida contando con una serie de actores y actrices cada uno perfectos en sus respectivos papeles. Ha sido todo un acierto el contar con la canadiense de origen búlgaro, Nina Dobrev para interpretar a Elena Gilbert y a su doble maligna, Katherine. El trabajo que hace la actriz aquí para diferenciar a cada una de ellas es notable, pero es que lo mismo se puede decir de todos y cada uno de los demás actores del reparto porque casi todos ellos se tienen que enfrentar a este dilema durante las temporadas y todos aprueban con nota.Descubro aquí a dos maravillosos actores como son Paul Wesley en el papel de Stefan y al guapísimo Ian Somerhalder, que sería en las últimas temporadas también productor, como Damon. Ambos se complementan a la perfección como el hermano bueno y el hermano malo de la serie.
Junto a ellos, maravillosos descubrimientos de actrices y actores como la rubia Candice Accola, también cantante, al igual que Kat Graham, el guapo Michael Trevino, el más que atractivo nieto del actor Steven McQueen, un Steven R. McQueen que es un autentico bombón, el más que notable Matthew Davis, el villano morboso Joseph Morgan, o el elegante Daniel Gillies, la rubia Clarice Holt, y el guapísimo también y competente Michael Malarkey. Quizás Zach Roerig y su personaje de Matt Donovan hayan sido los más flojitos del conjunto. Hasta siempre "Crónicas vampíricas", gracias por haberme entretenido tanto. Nos volveremos a encontrar.
Lo mejor: Nina Dobrev como Katherine Pierce.
Lo peor: Sus últimas temporadas, sobre todo la última.
NOTA: 4/5