Título original: Nowhere
Titulo: Nowhere
Año: 2023
Duración: 109 minutos
País: España
Dirección: Albert Pintó
Guion: Ernest Riera, Miguel Ruz, Indiana Lista, Seanne Winslow, Teresa de Rosendo
Reparto: Anna Castillo, Tamar Novas
Música: Frank Montasell, Lucas Peire
Fotografía: Unax Mendía
Género: Aventuras. Thriller. Drama | Supervivencia. Aventuras marinas
Sinopsis: Mía es una mujer embarazada que, junto a su marido, huye de un país totalitario escondida en un contenedor marítimo. Tras ser forzosamente separados, deberá luchar por su supervivencia cuando una violenta tormenta la arroja al mar. Sola y a la deriva en mitad del océano, Mía se enfrentará a todo para salvar la vida de su hija y reencontrarse con su pareja.
CRITICA
Nowhere imagina un mundo que ya ha colapsado a lo bestia. Un mundo en llamas, enfrentado y con la violencia como mejor arma para reprimir a los ciudadanos. Un mundo que se ha quedado sin materias primas para alimentar y dar una vida digna a sus ciudadanos. En definitiva, un mundo, que ante problemas muy graves ha puesto su diana en aquellos que buscan un lugar mejor. O simplemente un lugar en el que poder vivir. Sin duda, un escenario llevado al extremo que puede recordarnos a algunos regímenes más o menos cercanos. A algunos gobiernos de extrema derecha que cierran puertos, mientras sus dirigentes se reparten dividendos.
En este clima de tensión extrema viven Mia (Anna Castillo) y Nico (Tamar Novas), una joven pareja que intenta huir de la pesadilla en la que se ha convertido su país. Ella está embarazada, muy embarazada, y no ve las cosas con gran optimismo. Lo que es comprensible en su situación. Él quiere dar una imagen de tranquilidad, pero pronto es separado de forma violenta de ella. De modo que en los primeros minutos de la película, nos quedamos con Mia sola, asustada y casi a punto de dar a luz. En un viaje aterrador que la llevará a la deriva tras una, como no, terrorífica tormenta. Quedando ella sola en mitad del agua salada y dentro de un contenedor.
Porque si algo busca Nowhere es la extrema originalidad. Simplemente con un personaje, dos si se tiene en cuenta al bebé que dará a luz Mia, y un supuesto ingenio que te tenga pegada a la pantalla asombrada por los giros de guion. De hecho, la cinta se asemeja a la película A 47 metros un proyecto previo de uno de sus guionistas, Ernet Riera. En ella también se sitúan a dos protagonistas atrapadas en una jaula bajo el mar. En este caso con el peligro más palpable de unos fieros tiburones. Hace ya unos años, el realizador español Rodrigo Cortés encerró a Ryan Reynolds en un ataúd, en la sí inteligente Buried. Solamente la estrella de Hollywood y un guion lo suficientemente brillante para destapar toda serie de emociones en el espectador. Sin embargo, aquí la agotadora lucha por la supervivencia de Mia se hace plana. Plana e incluso a momentos cargante.
Y es que Nowhere más allá de presentar un contexto de escasez y de autoritarismo se queda en la superficie. Lo que hace la aventura mucho más anodina. No hay más que agobio, miedo, más agobio, angustia, más agobio y todas las emociones sinónimas que a una se le ocurran. Claramente se nota pericia para crear en el espectador unas ganas terribles de que Mia consiga su objetivo o, también, de parar la película y así ahorrarse una dosis de sufrimiento. Desde luego la interpretación de Anna Castillo es ostensiblemente notable. Ella es la película. Y ella sufre como nadie. Se deja el alma en cada secuencia y demuestra una vez más su grandeza como actriz. Pero es tanto por lo que pasa, sin apenas descanso o alguna otra trama que pueda destensar momentáneamente las cosas que se acaba haciendo bola. Ya que al final, durante gran parte del metraje, la historia va dando vueltas hasta que un pequeño rayo de luz se hace un sitio.
Por ello, si te apetece sufrir y pasar un rato angustioso, Nowhere puede ser tu película. Una historia de supervivencia brutal protagonizada por una joven embarazada que intenta escapar de un país totalitario. Quedando a la deriva en el mar, dentro de un gran contenedor. Sin duda, el mayor acierto de la película es haber contado con Anna Castillo. Una actriz que vuelve a demostrar su magia a la hora de ponerse delante de las cámaras. Aunque tanto sufrimiento, al final, no parece merecer la pena. Porque la historia es plana. No tiene profundidad, en lo que a la crítica social se refiere. Está rodada desde una consciencia clara por buscar lo espectacular, pero acaba careciendo de más elementos. La apuesta era muy arriesgada, con solamente una actriz y un espacio asfixiante. Y la apuesta no consigue premio.
Lo mejor: Anna Castillo.
Lo peor: Prácticamente, todo. La película no va a ninguna parte ni tiene interés narrativo. Es una colección de sketches survival de la protagonista.
NOTA: 3/5