Título original: Blood, Sex & Royalty
Titulo: Sangre, sexo y realeza
Año: 2022
Duración: 300 minutos
País: Reino Unido
Música: Tom McLeod
Reparto: Amy James-Kelly, Max Parker, Adam Astill, Lois Brabin-Platt, Jhon Lumsden, Sophie Boettge, Nikhita Lesler, Callum Coates, Stephen Fewell, Aron von Andrian. Intervenciones de: Owen Emmerson
Género: Serie de TV, Historia, Documental
Sinopsis: Esta sensual serie ofrece una visión moderna de los dramas de la realeza británica mostrando las vidas de los monarcas más mortíferos, sexis e icónicos de la historia.
CRITICA
Ana Bolena ha sido una de las figuras históricas más tocadas, ya sea en la literatura, el cine, y sobre todo las series de televisión, Michael Hirst, la puso de moda en su imperdible "Los Tudor", y desde ese instante la televisión no ha parado de darle vida, en muchas versiones, siempre con sus más y sus menos, hasta hubo una Ana Bolena, de color. El pasado 23 de noviembre, Netflix, estreno esta especie de serie documental, con toques feministas, muy feministas, en la que es la propia Ana, la que nos cuenta su fascinante y terrible historia. Peerrroooo......
Uno de los problemas que llama más la atención es la falta de decisión por un formato. No se sabe si es un documental, una serie estilo comedia romántica a lo Bridgerton, o una especie de revisión a través de entrevistas a los personajes. No sabe si quiere ser subida de tono, feminista, o una comedia romántica, y acaba no siendo ninguna. Pero este caos claramente bienintencionado resulta más bien entrañable.
Más grave es la reducción de una mujer con gran bagaje político, conocimiento de las intrigas de la corte y política, como una niña inocente que (sí, nos dicen que lee mucho) pero a nivel fáctico resulta más bien ignorante. Representar a Ana yendo a la corte francesa por primera vez acompañando oficialmente a Enrique y sorprendiéndose cuando no es aceptada inmediatamente por las "mean girls" de la corte, es una simplificación grotesca de un personaje tan complejo como Ana Bolena.
Una mujer, que evidentemente cometió fallos en su estrategia, pero por el medio, puso en jaque a grandes figuras políticas, como Wolsey, Moro, o la Gran Catalina de Aragón. La representación de la serie Los Tudor, con las inexactitudes que pueda tener captura mucho mejor el personaje de Ana, dándole tres dimensiones, luces y sombras. Inteligente pero ambiciosa, reformista y progresista pero implacable con sus enemigos, segura de sí misma, pero coqueteando con la arrogancia. Aquí es un personaje completamente bidimensional, incluso teniendo en cuenta las pequeñas gotas de información que nos aporta la parte documental. Podría ser perfectamente la protagonista de cualquier comedia romántica.
En definitiva es una versión Jane Austin, almibarada e inocua de una figura histórica indiscutiblemente enigmática e interesante.
Lo mejor: La perfecta (por fin), representación de un joven Enrique VIII (Max Parker).
Lo peor: Todo lo demás.
NOTA:1/5