Título original: Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile
Titulo: Extremadamente, cruel, malvado y peligroso
Año: 2019
Duración: 108 min
País: Estados Unidos
Dirección: Joe Berlinger
Guion: Michael Werwie. Libro: Elizabeth Kendall
Música: Marco Beltrami, Dennis Smith
Fotografía: Brandon Trost
Reparto: Zac Efron, Lily Collins, John Malkovich, Angela Sarafyan, Kaya Scodelario, Jeffrey Donovan, James Hetfield, Grace Victoria Cox, Kevin McClatchy, Carly Tamborski, William Cross, Jim Parsons, Haley Joel Osment, Terry Kinney, Dylan Baker, Sydney Vollmer, Morgan Pyle, Ken Strunk, Ryan Wesley Gilreath, Joe Berlinger, Brandon Trost, Tim Young, Chris Petty, Brian Geraghty, Michael Simkin, Caroline Hurwitz, James Harper, Grace Balbo, Ming Wang
Productora: COTA Films, Ninjas Runnin' Wild Productions, Voltage Pictures. Distribuidora: Netflix
Género: Thriller. Drama | Crimen. Asesinos en serie. Años 70
Sinopsis: Ted Bundy fue uno de los asesinos en serie más peligroso de los años 70 pero, además de asesino fue un secuestrador, violador, ladrón, necrófilo. Su novia, Elizabeth Kloepfer, se convirtió en una de sus más fieles defensoras, negándose a creer la verdad sobre él durante años. La historia de sus numerosos y terribles crimenes contada a través de los ojos de Elizabeth.
CRITICA
Ted Bundy es quizás el asesino y psicópata que más repercusión mediática ha tenido. Son muchas ya las películas o proyectos de televisión que han hecho crónica de sus 30 asesinatos confesos (aunque se cree que pudieron ser muchos más, por no mencionar las varias víctimas que sobrevivieron, aun con secuelas, a sus brutales ataques).
En esta ocasión, Joe Berlinger dirige en Extremadamente cruel, malvado y perverso, una adaptación del libro que escribió Elizabeth Kloepfer, quien fue pareja de Bundy y durante años se negó a creer que hubiera sido capaz de asaltar, secuestrar, violar y asesinar a tantas mujeres. Y ahí está precisamente su punto más débil, en la descripción de la relación entre Kloepfer y Bundy, un comienzo que no está al nivel de interés de todo lo que viene después, cuando la acción se traslada a la sala del juicio. Es en ese momento cuando el metraje se hace grande, con ese retrato demoledor que hace, a través de la figura de Bundy, de cómo el morbo es adictivo, de cómo la sociedad puede enfermar con sólo una pequeña chispa, de cómo muchas veces un criminal inteligente se las puede arreglar para salir indemne o, por lo menos, conseguir cierta gloria. Es escalofriante ver la recreación de cómo una bestia así logró tantas fans (enfermas, claramente), una esposa, una hija y una familia que lo respaldaba pese a todo lo que había hecho, incapaces de ver la verdad, cegados a sí mismos por el extraño magnetismo de un absoluto psicópata.
Sin duda, ayuda tener el reparto que ha reunido Berlinger. Kaya Scodelario jamás ha estado mejor que aquí, en la piel de esta Carole Anne Boone a quien resulta tan difícil comprender. En el otro plato de la balanza, Lily Collins, en la piel de Liz Kloepfer, marcada para siempre por su relación con Bundy, a quien Collins dota de una vulnerabilidad y estrés emocional extremo.
Excelente es también el trabajo de Jim Parsons como fiscal dispuesto a enviar a Bundy a la silla eléctrica (atención a cuando expone al jurado los crímenes de la fraternidad Chi Omega) y John Malkovich como el juez Edward Cowart (ver las múltiples interacciones con Bundy y cómo le para los pies muchas veces cuando intenta hacer show del proceso). Pero si hay un motivo superior por el que merece la pena ver esta película es Zac Efron. Ya nadie se acuerda de High School Musical. Aquel jovencito de flequillo imposible ha desaparecido, absorbido por un actor monumental, un comediante mucho mejor de lo que la gente se cree y un intérprete dramático que puede hacer cosas como esta. Efron está fabuloso en la aborrecible piel del asesino, bordando su psicopatía, pero también su carisma, su inagotable capacidad de manipulación (ojo a las escenas con Scodelario y su familia) y su maldad absoluta. Es un trabajo simplemente magnífico.En definitiva, una película notable que recuerda cómo de fácil es caer en las garras de la maldad. Porque la maldad, sin paliativos, existe, y Ted Bundy fue ejemplo de ello.
Lo mejor: Zac Efron (fantástico), Lily Collins, Kaya Scodelario, John Malkovich, Jim Parsons y todo el retrato del juicio. Excelentes escenas.
Lo peor: El comienzo no está a la altura de su desarrollo.
NOTA: 4/5