martes, 18 de enero de 2022

Scream: Vigila quien llama

 


Título original: Scream
Titulo: Scream: Vigila quien llama
Año: 1996
Duración: 111 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Wes Craven
Guion: Kevin Williamson
Música: Marco Beltrami
Fotografía: Mark Irwin
Reparto: Neve Campbell, David Arquette, Courteney Cox, Matthew Lillard, Rose McGowan, Skeet Ulrich, Drew Barrymore, Liev Schreiber, Jamie Kennedy, W. Earl Brown, David Booth, Linda Blair, Kevin Patrick Walls, Lawrence Hecht, Joseph Whipp, Frances Lee McCain, Wes Craven, Henry Winkler
Productora: Dimension Films, Woods Entertainment
Género: Terror | Slasher. Sátira. Asesinos en serie. Película de culto
Sinopsis: Un año después del asesinato de su madre, Sidney (Neve Campbell) vuelve a vivir una situación angustiosa: mientras un terrible psicópata tiene aterrorizado al barrio, su padre está siempre ausente y su novio está a punto de romper con ella.
                       

CRITICA


El maestro del terror Wes Craven, a quien ya se daba por “acabado” en aquel entonces, se reinventó a él mismo curiosamente a base de reciclar las bases en las que se apoyó durante las décadas de los 70 y 80. El encanto de ‘Scream’ es que a través de un excelente grado de auto-consciencia, consigue sobrepasar la pantalla. Y lo hace con una modélica fórmula meta-cinéfila, en otras palabras: el cine dentro del cine. Es como una clase magistral de terror en el séptimo arte de los últimos tiempos, o mejor dicho, una recopilación, como si se tratara de una biografía firmada por el propio Craven.

En las dos horas de metraje se hallan casi todos los clichés del género (jóvenes medio alelados, generosas cantidades de sangre, sustos facilones…), y estos son usados siempre a favor de un espectáculo ciertamente divertido. En la misma línea, la guinda la ponen por una parte el muy destacable personaje de Randy Meeks -encarnado por Jamie Kennedy- y sus reflexiones sobre el terror cinematográfico, y por otra los recurrentes guiños a otras cintas del género (muy acertado el cameo del propio Craven interpretando al conserje que viste con un llamativo sombrero y un jersey a rayas rojas y negras, y que se llama… Fred!).

El evidente tono autoparódico de la cinta no impide disfrutar de una seria reflexión sobre las influencias que puede llegar a crear el cine, a parte de los esperados buenos momentos de terror. Un buen ejemplo de ello es el arranque del filme, que no podía ser mejor: un antológico prólogo (con la asustadiza Drew Barrimore como protagonista), que pone los pelos de punta y que supone toda una declaración de intenciones por parte del autor. Porqué así es ‘Scream’, una cinta que va a saco de principio a fin y que en ningún momento olvida ni deja de rendirle homenaje a sus orígenes.

Irónicamente, la realidad se mezcló con la ficción, dando lugar a numerosos casos de jóvenes que emulaban al asesino “Ghostface”. Esta fue una de las consecuencias trágicas de ‘Scream’, la otra la situaríamos en la corriente artística, ya que casi sin quererlo, Craven estableció las bases para un nuevo resurgir de la serie B, con una serie de títulos infumables entre sus filas (que en honor al buen gusto no se van a citar aquí). A pesar de ello, no es más que la enésima demostración del poder una esta cinta que gustará o no, pero como ya se ha podido comprobar, creó escuela. Y esto ya no se lo quita nadie.


Lo mejor: Su escena inicial.
Lo peor:   Nada.

NOTA: 4/5