martes, 8 de julio de 2025

Reseña "Harry Potter y el prisionero de Azkaban"

 

Titulo: Harry Potter y el prisionero de Azkaban
Titulo original: Harry Potter and the Prisoner of Azkaban 
Autor: J.K. Rowling
Editorial: Salamandra
Páginas: 352 páginas
Edición: Tapa dura
Género:  Novela fantástica/magia/adolescencia/infantil
Sinopsis: 
«Bienvenido al autobús noctámbulo, transporte de emergencia para el brujo abandonado a su suerte. Levante la varita, suba a bordo y lo llevaremos a donde quiera.» Cuando el autobús noctámbulo irrumpe en una calle oscura y frena con fuertes chirridos delante de Harry, comienza para él un nuevo curso en Hogwarts, lleno de acontecimientos extraordinarios. Sirius Black, asesino y seguidor de lord Voldemort, se ha fugado, y dicen que va en busca de Harry. En su primera clase de Adivinación, la profesora Trelawney ve un augurio de muerte en las hojas de té de la taza de Harry... Pero quizá lo más aterrador sean los dementores que patrullan por los jardines del colegio, capaces de sorberte el alma con su beso...
 
En toda saga siempre suele haber un punto de inflexión, un título que cambia el ritmo, que hace que todo despegue. En el caso de la saga Harry Potter tiene dos, al menos en mi opinión. Uno es el título que hoy nos ocupa, y el segundo, mi favorito de la saga: La orden del fénix. En el caso del primero, se nota un cambio ya desde el principio, no solo de ritmo, sino de tono. Hasta este momento, Harry Potter era una saga de corte infantil-juvenil, con toques adultos. Pero es en El prisionero de Azkaban donde la historia y el tono despegan a un corte más adulto (que no dejaría de aumentar con el paso de la historia con los siguientes títulos de la saga). Y es que la saga, en verdad va creciendo a la par que lo hacen los personajes, y al mismo tiempo, lo iba haciendo la propia autora, que va mejorando completamente su pluma, así como la historia.

El prisionero de Azkaban es posiblemente uno de los libros más queridos (sino el más querido) de toda la saga. Siempre escuché entre los aficionados, que era el libro que más caló entre los lectores, y en parte entiendo la causa: Sirius Black. Y es que el bueno de Sirius se hace querer desde el minuto uno (primero como villano, y luego como algo más). Además, su aparición marca un punto de inflexión en la vida de Harry, y también en el propio Harry.Es curioso, porque El prisionero de Azkaban es uno de los libros más recordados en mi vida, no solo por lo que ocurre en él, sino por el momento de mi vida en que llegó a mis manos. Y es que las aventuras de Harry, Sirius y compañía llegaron a mí en un momento en que no podía casi ni moverme del asiento sin que me doliera. El poder evadirme en las páginas de El prisionero de Azkaban, hicieron de ese periodo, algo menos doloroso y traumático. Por ello le tengo cierto cariño, y los hechos que ocurren en él tiene muchísimo peso para lo que vendrá en los próximos títulos.

En toda saga siempre suele haber un punto de inflexión, un título que cambia el ritmo, que hace que todo despegue. En el caso de la saga Harry Potter tiene dos, al menos en mi opinión. Uno es el título que hoy nos ocupa, y el segundo, mi favorito de la saga: La orden del fénix. En el caso del primero, se nota un cambio ya desde el principio, no solo de ritmo, sino de tono. Hasta este momento, Harry Potter era una saga de corte infantil-juvenil, con toques adultos. Pero es en El prisionero de Azkaban donde la historia y el tono despegan a un corte más adulto (que no dejaría de aumentar con el paso de la historia con los siguientes títulos de la saga). Y es que la saga, en verdad va creciendo a la par que lo hacen los personajes, y al mismo tiempo, lo iba haciendo la propia autora, que va mejorando completamente su pluma, así como la historia.El prisionero de Azkaban es posiblemente uno de los libros más queridos (sino el más querido) de toda la saga. Siempre escuché entre los aficionados, que era el libro que más caló entre los lectores, y en parte entiendo la causa: Sirius Black. Y es que el bueno de Sirius se hace querer desde el minuto uno (primero como villano, y luego como algo más). Además, su aparición marca un punto de inflexión en la vida de Harry, y también en el propio Harry.





Es curioso, porque El prisionero de Azkaban es uno de los libros más recordados en mi vida, no solo por lo que ocurre en él, sino por el momento de mi vida en que llegó a mis manos. Y es que las aventuras de Harry, Sirius y compañía llegaron a mí en un momento en que no podía casi ni moverme del asiento sin que me doliera. El poder evadirme en las páginas de El prisionero de Azkaban, hicieron de ese periodo, algo menos doloroso y traumático. Por ello le tengo cierto cariño, y los hechos que ocurren en él tiene muchísimo peso para lo que vendrá en los próximos títulos.En toda saga siempre suele haber un punto de inflexión, un título que cambia el ritmo, que hace que todo despegue. En el caso de la saga Harry Potter tiene dos, al menos en mi opinión. Uno es el título que hoy nos ocupa, y el segundo, mi favorito de la saga: La orden del fénix. En el caso del primero, se nota un cambio ya desde el principio, no solo de ritmo, sino de tono. Hasta este momento, Harry Potter era una saga de corte infantil-juvenil, con toques adultos. Pero es en El prisionero de Azkaban donde la historia y el tono despegan a un corte más adulto (que no dejaría de aumentar con el paso de la historia con los siguientes títulos de la saga). Y es que la saga, en verdad va creciendo a la par que lo hacen los personajes, y al mismo tiempo, lo iba haciendo la propia autora, que va mejorando completamente su pluma, así como la historia.

El prisionero de Azkaban es posiblemente uno de los libros más queridos (sino el más querido) de toda la saga. Siempre escuché entre los aficionados, que era el libro que más caló entre los lectores, y en parte entiendo la causa: Sirius Black. Y es que el bueno de Sirius se hace querer desde el minuto uno (primero como villano, y luego como algo más). Además, su aparición marca un punto de inflexión en la vida de Harry, y también en el propio Harry. Es curioso, porque El prisionero de Azkaban es uno de los libros más recordados en mi vida, no solo por lo que ocurre en él, sino por el momento de mi vida en que llegó a mis manos. Y es que las aventuras de Harry, Sirius y compañía llegaron a mí en un momento en que no podía casi ni moverme del asiento sin que me doliera. El poder evadirme en las páginas de El prisionero de Azkaban, hicieron de ese periodo, algo menos doloroso y traumático. Por ello le tengo cierto cariño, y los hechos que ocurren en él tiene muchísimo peso para lo que vendrá en los próximos títulos.


NOTA: 4/5