miércoles, 3 de julio de 2024

Reseña "Los Testamentos"

 

Titulo: Los testamentos
Titulo original: The testaments
Autor: Margaret Atwood
Editorial:  Salamandra
Páginas: 512 páginas
Edición: Tapa blanda
Género:  Novela distopica/ciencia-ficción.
Sinopsis: Cuando laspuertas de la furgoneta se cerraron de golpe tras Offred al final de El cuento de la criada, los lectores no tenían forma de saber cuál iba a ser su futuro: la libertad, la prisión o la muerte.


Los testamentos es la secuela, tan esperada, de El cuento de la criada y, aunque podría esperarse que tal apremio haya podido afectar a la obra, considero que ni mucho menos. Margaret Atwood nos ha vuelto a regalar una historia llena de personalidad, carácter, y esperanza.

Para empezar, a diferencia de su novela anterior, ya no tenemos una sola voz narradora, sino tres líneas espaciales con tres voces distintas que nos irán contacto sus historias hasta que llegue el momento de juntarse. No obstante, dichas voces son todas autodiegéticas, cuentas sobre sí mismas, exponiendo los hechos, pero una de ellas nos confesará sus mayores secretos convirtiendo al lector en un confidente. Además, todas tienen una visión del mundo crítica al patriarcado -siguiendo la temática de Atwood- y se nos muestra cómo es la mentalidad de una mujer que ha nacido en Gilead; obviamente, no ve las cosas del mismo modo crítico, le parece bien, pero, poco a poco, se irá dando cuenta de algunas piezas no encajan provocando que su realidad se rompa.En cuanto a la estructuración, he de decir que facilita mucho la lectura la disposición de los capítulos y partes porque se organiza en diversas secciones narradas por una voz distinta, y cada una se identifica con una imagen concreta, y, dentro de ella, capítulos no muy extensos. La estructura interna, en cambio, es más compleja ya que, aunque sigue el planteamiento básico, hay que adecuarlo a cada narrador, pero en el momento en el que las líneas se unen encontramos un punto de inflexión.



Respecto a los personajes, son tres los fundamentales coincidiendo con el narrador haciendo que los personajes secundarios pasen en un segundo plano ya que solo contribuyen a la complejidad de los personajes principales. Así, si no has leído la novela anterior ni esta te recomiendo pasar al último apartado porque se viene un spoiler muy grande y te fastidiaría la novela entera. En primer lugar, la obra comienza con una carta, la confesión de los crímenes de la mujer que está escribiendo arrepentida, pero justificándose ya que no tuvo otra salida. Sí, en efecto, se trata de Tía Lydia ese personaje que tanto odio nos transmitió en El cuento de la criada. Considero que Atwood a intentado dar un pasado a un personaje tan odiado -como para no- demostrando que en tales circunstancias hay que hacer cosas que no te gustan y que pueden convertirte en otra persona. Por ello, lograremos conocer su pasado y cómo llegó a ser una de las tías fundadoras y, aunque tiene sus cosas, gracias a ella logró quitar poder a los hombres a través de la palabra -¿Hay algo más bonito?-. Reconozco que cuando me di cuenta de que era Tía Lydia sentí un gran rechazo hacia su personaje, pero llegas a entenderla e, incluso, a mostrar cierto aprecio por ella.

En segundo lugar, fuera de Gilead hay otro mundo lleno de libertad y es Canadá, donde encontramos a la joven Daisy llena de las actitudes típicas en una adolescente. Sinceramente, no es mi personaje favorito porque hay ocasiones que me irritaba su falta de consideración y raciocinio. No obstante, es un buen puente para comprender el choque cultural entre ambas naciones. Además, su figuras esconde un gran secreto que ni ella misma conoce, pero que su viaje a Gilead le ayudará a descubrirlo.

Y, por último, tenemos a la también joven Agnes quien, en un principio, su línea temporal es anterior a la de Daisy ya que hay una diferencia de edad. Todo comienza describiéndonos su infancia, fue feliz, tenía una madre, un padre, una casa de muñecas… pero cuando su madre fallece su mundo se desmorona ya que se queda sola en el mundo en un hogar demasiado grande. Con este personaje podemos conocer cómo es la vida de una niña y joven de Gilead ya que se nos muestra la escuela, un lugar donde solo pintan, les cuentan historias y aprenden tareas del hogar; y, cuando están prometidas, las trasladan a otra institución para aprender a ser buenas esposas. Con su discurso logramos sentir su miedo a casarse con un desconocido, a tener que vivir una vida que no se quiere, a estar encadenada desde el momento en el que naces por ser mujer; lo peor es que, cuando leemos esto, el dolor es mayor al darnos cuenta de que esta ficción no es muy alejada a la realidad de muchas mujeres de la actualidad. Por eso, gracias a Tía Lydia logra parar su compromiso para ser parte de las tías, aunque el proceso para ello no deja de ser arduo. Será en este lugar, donde se vaya dando cuenta de su pasado, que pueda conocer a su verdadera madre, y su pasado.

En conclusión, Los testamentos es una novela distópica llena de realismo donde la opresión hacia la mujer se hace más fuerte cada día. Es un claro discurso feminista, con un final esperanzador a diferencia de El cuento de la criada, realista y verosímil donde cada personaje va dando forma a la idea de la autora. 

Asimismo, el hecho de que Gilead sea un país que lleve tan al extremo los preceptos y dogmas de la Biblia, y no del cristianismo, me hace querer leer este texto -no somos conscientes de como ha influido en cada producto que consumismos con tantas referencias bíblicas, así como de ser un texto literario con mucha importancia-.Personalmente, me gustó más que el anterior, pero ambas son muy buenas obras y muy recomendables. Creo que nadie debería quedarse sin leerla para platearse el papel que tiene la mujer en la sociedad actual que, aunque hemos avanzado bastante, todavía nos queda mucho que recorrer como seres humanos.



NOTA: 4/5