Título original: Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes
Titulo: Los juegos del hambre: Balada de pájaros cantores y serpientes
Año: 2023
Duración: 157 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Francis Lawrence
Guion: Michael Arndt, Michael Lesslie. Libro: Suzanne Collins
Reparto: Tom Blyth, Rachel Zegler, Viola Davis, Hunter Schafer, Peter Dinkale
Música: James Newton Howard
Fotografía: Jo Willems
Género: Ciencia ficción. Acción. Aventuras | Distopía. Precuela
Sinopsis: Ambientada en un Panem postapocalíptico, nos hace retroceder varias décadas antes del comienzo de las aventuras de Katniss Everdeen. El joven Coriolanus Snow será el mentor de Lucy Gray Baird, la niña seleccionada como tributo del empobrecido Distrito 12. La joven sorprenderá a todos al cantar en la ceremonia de inauguración de los Décimos Juegos del Hambre en los que Snow intentará aprovecharse de su talento y encanto para sobrevivir.
CRITICA
Ha pasado casi una década desde que se estrenase la última entrega de la saga de Los Juegos del Hambre. Con la publicación de Los Juegos del Hambre Balada de pájaros cantores y serpientes, se esperaba con ganas la versión cinematográfica, que expande el universo para conocer a uno de sus personajes más importantes: Snow. En primer lugar, cabe destacar que el film ha sabido concretizar los eventos más imprescindibles del libro, pero también ha sabido moldear las motivaciones, logrando una construcción más efectiva y coherente. Gracias a ello, se humaniza y se comprende la transformación del que será el Presidente de Panem en el futuro. La evolución del personaje sigue unas consignas que hacen entender su fijación del distrito 12, aunque se han omitido detalles que daban más consistencia en esta parte u otras como la de Sejanus.
Con respecto a la estructura del film, sigue la división que ya aparecía en el libro, quedándose en tres partes que inician desde el origen de los mentores hasta el destino final de Snow. En las dos primeras, se muestra la relación entre Snow y Lucy Gray, de una forma totalmente orgánica, evitando rodeos y simplificándola de una manera pertinente. Además, no pierde ese tono de espectacularidad que se le da a los juegos en todos los films, pero habiéndolo adaptado a la perfección con el tiempo en el que se representan. Por otro lado, se ha focalizado las intervenciones de otros personajes con acierto, eligiendo qué aporta de una manera más clara a la trama. No obstante, personajes como el decano Highbottom no han quedado tan redondos. A pesar de ello, se puede decir sin problema que la película supera al libro en varias partes.
Tom Blyth y Rachel Zegler son los encargados de recoger el testigo de Jennifer Lawrence como protagonistas de Los Juegos del Hambre Balada de pájaros cantores y serpientes. En primer lugar, Tom Blyth está inmenso como el joven Snow, su transformación se percibe en su manera de expresarlo a través de la mirada, incluso de su forma de moverse. Asimismo, su presencia ante la cámara le permite transmitir la dicotomía entre el bien y el mal que envuelve a su personaje, dando los matices para no quedarse en un mero maniqueísmo. Sin duda, es uno de los mejores trabajos del film. Junto con él, una estupenda Rachel Zegler, la cual le da un toque de socarronería. Lo mejor está en su voz, que enmarca el talento que ya se podía extraer de Lucy Gray en las películas.
Tener a Viola Davis es todo un honor y una apuesta segura y así lo demuestra. Su trabajo como la dr. Gaul es fascinante, lleva la locura de la doctora hasta el final y eso hace que sea un absoluto éxito. Davis sabe cómo hacerlo sin caer en lo forzado, todo esa excentricidad, combinado con maldad, se palpa en su lenguaje no verbal. Maravillosa. También hay que mencionar el trabajo de Hunter Schafer como Tigris. Pese a no salir en exceso en el film, su labor se queda en la retina, es el perfecto contrapunto con Blyth, viéndose además una química muy bonita entre los dos actores. Schafer expone esa fragilidad y bondad sin problemas. Por último, Peter Dinklage da vida al decano Highbottom de una no han quedado tan redondos. A pesar de ello, se puede decir sin problema que la película supera al libro en varias partes.
Uno de los atractivos de Los Juegos del Hambre Balada de pájaros cantores y serpientes era volver a Panem, pero también descubrir cómo era el cambio muchas décadas antes de los sucesos en los que interviene Katniss Everdeen. La producción del film ha cumplido y con creces las expectativas, explorando no solo la década posterior a los Días Oscuros, sino que ya desde el inicio se ve la búsqueda de afianzar este universo con más información y cuidando en todo momento lo estético, lo visual y lo artístico. Con lo cual, la construcción de Panem es de alto nivel, incluyendo la Arena arcaica que se ve ante la pantalla. Han sabido crear un código nuevo, pero sin perder la cohesión con las anteriores películas.
Los guiños hacia la saga original son sutiles, pero suficientes para satisfacer la necesidad de nostalgia para aquellos que busquen este tipo de Easter Eggs que tanto justan a los espectadores. A pesar de tener una duración de cerca de dos horas y media, es innegable que el ritmo consigue que el espectador transite por esta aventura de una manera fluida y dinámica. Únicamente, la tercera y última parte, seguramente porque ya pasaba en el libro, sigue percibiéndose como algo abrupta. No obstante, no afecta de una forma negativa de forma incisiva. El diseño de vestuario es todo un acierto, así como la dirección de arte que ha sabido cuidar los detalles de las localizaciones y escenarios que se ven en pantalla. Un regreso a Panem por todo lo alto.
Los Juegos del Hambre Balada de pájaros cantores y serpientes logra regresar a la famosa saga, pero con sello de identidad propio y supliendo las flaquezas que se encontraron en el libro. Por tanto, la historia concretiza y equilibra los hechos para dar mayor fluidez a la transformación del presidente Snow. Únicamente, se pierden detalles que podrían haber servido para obtener más matices sobre la forma de actuar del joven. Después, el elenco está estupendo, en especial, un maravilloso Tom Blyth, que se come la cámara como Snow. A nivel artístico y visual, se agradece una construcción tan cuidada, en sintonía con las tres primeras películas, pero creando un código nuevo. Visualmente es muy potente. La expansión de los orígenes de los Juegos del Hambre consigue atrapar al público y cumple con las expectativas depositadas en ella.
Lo mejor: La evolución del personaje de Snow.
Lo peor: Rachel Zegler.
NOTA: 3,5/5