lunes, 18 de julio de 2022

La monja

 



Título original: The nun
Titulo: La monja        
Año: 2018
Duración: 110 minutos
País: Estados Unidos
Dirección: Corin Hardy
Guion: Gary Dauberman. Historia: James Wan, Gary Dauberman
Música: Abel Korzeniowski
Fotografía: Maxime Alexandre
Reparto: Taissa Farmiga, Demian Bichir, Jonas Bloquet, Bonnie Aarons, Charlotte Hope, Ingrid Bisu, Jonny Coyne, Manuela Ciucur, Jared Morgan, Sandra Teles, Boiangiu Alma, Laur Dragan, August Maturo, Patrick Wilson, Vera Farmiga, Lili Taylor, Maria Obretin, Jack Falk, Lynnette Gaza, Ani Sava, Michael Smiley, Gabrielle Downey, David Horovitch, Tudor Munteanu, Lili Bordán, Scarlett Hicks, Izzie Coffey, Eugeniu Cozma, Beatrice Péter, Ana Udroiu, Andreea Sovan, Dana Voicu, Claudia Susanu, Mark Steger, Lidiya Korotko
Productora: Atomic Monster, New Line Cinema, The Safran Company. Productor: James Wan. Distribuidora: Warner Bros.
Género: Terror | Spin-off. Años 50. Posesiones / Exorcismos
Sinopsis: Cuando una joven monja se suicida en una abadía de clausura en Rumanía, un sacerdote experto en posesiones demoniacas y una novicia a punto de tomar sus votos, son enviados por el Vaticano para investigar. Juntos descubren el profano secreto de la orden. Arriesgando no solo sus propias vidas sino su fe y hasta sus almas, se enfrentan a una fuerza maléfica en forma de monja demoníaca, en una abadía que se convierte en un campo de batalla de horror entre los vivos y los condenados.... Spin-off de la película de terror de 2016 'The Conjuring 2'. Producida por Atomic Monster, productora del director especializado en el género de terror, James Wan. 


CRITICA


The Num (La Monja) es una película ofensiva. Es ofensiva porque ofende. Ofende, en primer lugar, al género de terror, comercializándolo, convirtiéndolo en una bola de sustos baratos, clichés y sinsentidos tan grande, que no cabe por la canasta que hay en la papelera que tienen en su oficina los guionistas que han escrito este conjunto de fotogramas a color con sonido.
También ofende al cine como arte. Un arte que año a año evoluciona gracias a directores y creadores que se esfuerzan por combinar guión, edición, fotografía, interpretaciones, dirección y una lista infinita de variables. Por eso el cine es un arte. Combinarlas bien está al alcance de muy pocos. Esta película ofende a todas ellas. Pero especialmente a la primera que he mencionado.

Ofende al público. Porque cuando la veo, no puedo creer que esté hecha tan mal sin querer. No puede ser que las miles de personas que han trabajado la vean y piensen para sí que han creado un trabajo digno de presentar. Ellos saben que es mala. Lo saben perfectamente. No pueden estar orgullosos de su trabajo. Pero también saben que se va a vender. Porque no creen en el buen gusto de los espectadores. Piensan que esto lo que queremos ver, que nuestro cociente intelectual es tan bajo que nos vamos a ir a la cama a gusto después de ver semejante basura. Tal vez piensen que será suficiente para aquellas parejas que acuden al cine simplemente a comerse la boca. ¿Lo peor de todo? Que quizás tengan razón. La sala estaba mucho más llena que, por ejemplo, en Hereditary. Y nadie se levantó para marcharse. La gente salia agarrada del hombro de su pareja sonriendo.Pero ahí no se cierran las puertas de lo ofensivo. La monja insulta a James Wan, creador de la saga de Expediente Warren, donde las dos primeras películas gozaron de suficiente calidad. Luego la industria la ha exprimido como hacemos cuando apretamos el bote de pasta de dientes con todas nuestras fuerzas para extraer las últimas gotas de dentífrico. Annabelle era mala. Annabelle: El Origen, Annabelle: Creation o como quiera que se llame. era malísima. No podía imaginar que todavía pudieran hacerlo peor. Definitivamente la saga va en retrospectiva. En tiempo y en calidad.

Por ofender, la película ofende incluso a la Iglesia Católica, a los exorcistas, a las monjas de clausura, a las empresas que venden crucifijos. Ofende hasta al sector turismo de Rumanía, a los franceses, a los canadienses, a los franco-canadienses. Ofende a Van Helsing, a la familia Warren, a la orden de los templarios, a los misioneros, a la Unión Europea por su incapacidad para proteger a la población del terrorismo satánico. Ofende a todos aquellos que hayan estudiado traducción e interpretación y se pregunten por el sentido de su carrera, pues incluso en el pueblo más cerrado de todo Rumanía se habla perfectamente bien inglés. Por último, la película ofende a los taberneros, a John Carpenter, que todavía está vivo, y ofendería a Bram Stoker, a Stanley Kubrick y hasta a H.P Lovecraft si lo estuvieran. Probablemente ofendería a todos aquellos desgraciados que fueron enterrados vivos en algún momento de la historia.Puedo parecer exagerado. Al fin y al cabo le pongo un 3 (por la localización hecha por ordenador, un par de planos y el esfuerzo en vano de la protagonista). Nunca escribo críticas. Pero esta vez me he cansado de tanta basura comercial, especialmente a la que mancilla el ya mancillado y exprimido género de terror. A los que nos gusta, lo hemos estudiado y lo hemos disfrutado, ya nos toca reivindicarlo un poco.

Lo mejor: Taissa Farmiga.
Lo peor:   Todo lo demás.


NOTA: 1/5