Ridley Scott nos vuelve a traer en poco más de un mes, otra historia basada en hechos reales llevada a la pantalla. En este caso, mucho más reciente que en ‘El último duelo’, nos remontamos al año 1978 hasta llegar a 1995. El asesinato de un miembro de la familia Gucci, la famosa marca de moda. Aquí el director británico vuelve a contar con un elenco espectacular, lleno de estrellas. Como son Adam Driver (de nuevo) encarnando a Maurizio Gucci, Lady Gaga (Patrizia), Al Pacino (Aldo Gucci), Jeremy Irons (Rodolfo Guci), Jared Leto (Paolo Gucci, irreconocible), Salma Hayek (Pina, una vidente), entre otros. Aparte de ser una historia real, el director ha adaptado el libro de Sara Gay, que narra los sucesos del asesinato y el crimen organizado a un miembro de la familia Gucci. De primeras es cierto que quizás es la película menos Ridley Scott que he visto desde hace años. Por momentos, me he olvidado que el británico estaba detrás de las cámaras. Nos trae un drama familiar envuelto por un crimen por cocer, que el cineasta nos dibuja el camino que nos lleva a la escena inicial y final. El asesinato. Como se fragua ese crimen, los entresijos de una familia corrompida por el poder, la codicia y el dinero. La maldición que conlleva tener el apellido Gucci, y una marca de lo más prestigiosa. Gracias a esto, Scott se desenvuelve con maestría y consigue contar una historia lenta, sin aparentemente ritmo pero con estilo. Ese estilo es gracias también a los interpretes que están mayormente bien metidos en la cinta. Destacar a un gran Al Pacino, que demuestra una vez más quién es, dando igual los años que tenga. Maestro.
Un Jared Leto muy bien caracterizado e irreconocible, que es lo mejor de la película.Digo sorprendentemente, porque hay mucho gallo en el corral. Quizás aquí el más descafeindado sería Adam Driver, con un rol protagonista en el que no logra demostrar todo su potencial debido al papel que no da mucho más de si. Y a una Lady Gaga que, por momentos bien, pero por momentos la he visto sobreactuada. Es sabido que no es actriz, pero tras su gran interpretación en "Ha nacido una estrella" esperaba mucho más. En el apartado técnico, qué decir de un maestro de 84 años que nos ha traído dos películas notables, una más que otra, en tan poco tiempo. Una dirección magistral, un enfoque a los interpretes con primeros planos que es para tomar nota. El primer primer plano con Al Pacino y sus gafas de aviador, increíble. Ambientando la velada en todo su metraje con música pop italiana y melodías características del país. Con una fotografía brillante y de nuevo con ese color sepia que ya había utilizado en una de sus cintas, más famosas y polémicas.Al ser una cinta fuera de los focos épicos del director, recuerdo otro drama familiar que envolvía un secuestro, casualmente también en Italia. Como menciono anteriormente, Todo el dinero del mundo, una película que pasó desapercibida pero muy a recomendar con muchísimas semejanzas.La Casa Gucci es una película que no dejará indiferente a nadie. Si te gusta la historia de la moda, los entresijos de la familia Gucci y los dramones largos, porque dura casi 160 minutos, puede ser tu película. El maestro Ridley Scott puede convertir la tierra en oro, y aquí lo vuelve a hacer, sin yo tener mucho interés ha conseguido captar mi atención durante los 160 minutos y disfrutar por momentos de un drama familiar criminal de lo más interesante, aunque por momentos, tediosa. No cabe duda que para mi, es una cinta irregular con altibajos pero un buen ejercicio de cómo contar bien una buena historia.
Lo peor: Más parece un culebrón, que un biopic.